Quisiera olvidar ese día pero aún vuelve a mi memoria de vez en cuando...
El cielo no quería vestirse de azul, ni siquiera quería ser cielo ese día. Un gris seco y triste era el color que veía cuando miraba hacia arriba para intentar buscarte. Solo se escuchaba el sonido de las viejas campanas de la iglesia sonando a lo lejos y el llanto de todos los que te queríamos. Sentía frío, mi corazón se había congelado, mi alma se había roto en mil y un pedazos. Te habías ido sin decir adiós, te habías esfumado del mundo, y ahora solo volvería a verte en mis recuerdos. De nada sirvieron mis lágrimas, de nada sirvió mi llanto, mis gritos de dolor, pues tu voz se había apagado, tus ojos se habían cerrado y tus labios habían dejado de sonreír. Te habías ido para siempre y contigo te llevaste todo lo que un día fui.
momentos imposibles de borrar pero que todos y cada uno de ellos nos hacen más fuertes
ResponderEliminarun saludo ;)
Qué razón tienes, no seríamos lo que somos sin todo lo que nos ha pasado. Muchas gracias por pasarte.
EliminarUn saludo María José :)