jueves, 7 de noviembre de 2013

Ingenua esperanza

Años han pasado desde aquel fortuito día, en el que la espesa niebla atrapó su alma entera, ya no le conozco, ya no se conoce, muerto es ahora en cuerpo vivo, vive hogaño sin vivir, contagia hoy su gélido frío, rompe la alegría de quien cerca le tiene en llanto y dolor. Ya no vuelve, me lamento, pero con ingenua esperanza aún le espero... 


No hay comentarios:

Publicar un comentario